Tener una infección vaginal es más común de lo que pensamos,
y las causas y síntomas son diversos: no todas las infecciones vaginales se
transmiten sexualmente, no todas presentan síntomas y a veces se pueden
presentar algunos síntomas sin tener ninguna infección.
Aprende a identificar cuando algo diferente ocurre en tu
vagina, leyendo nuestro post de esta semana ;)
La vagina está protegida por un conjunto de microorganismos,
cuya función es mantener el nivel de acidez adecuado y evitar la colonización
de gérmenes patógenos externos. La vagina también segrega un flujo que
interviene en la prevención de las infecciones y al mismo tiempo mantiene el
tejido sano.
El aspecto de este flujo vaginal es variable y está
relacionado con las diferentes etapas del flujo menstrual: dependiendo del
momento del ciclo menstrual en el que te encuentres, es normal que tu vagina
produzca cierta cantidad de flujo que debe ser transparente o ligeramente
blanco, no debe causar dolor y no debe tener olor. La textura y abundancia del
flujo cambiará si estás a mitad, inicio o final de tu ciclo. Cuando se acerca
la menstruación, el flujo más oscuro y una vez terminada se hace más escaso
para ir aumentando en cantidad y viscosidad hasta la siguiente regla. En las
mujeres embarazadas el flujo también aumenta de forma natural.
Sin embargo, este equilibrio puede verse modificado por
diferentes causas, como veremos más adelante.
En general, las causas más comunes de vaginitis son la
vaginosis bacteriana, candidiasis y tricomoniasis. Los síntomas generales se
manifiestan como picor, escozor, inflamación, secreciones vaginales espesas y
blanquecinas o dolor al orinar.
No obstante, podemos diferencias seis clases de infección
vaginal más comunes:
- Candidiasis: Normalmente no se transmite vía sexual.
Presenta un flujo espeso, blanco con consistencia de queso cottage, inflamación
de vagina y vulva, comezón y enrojecimiento.
- Infección bacteriana: Es la clase de infección más común
para mujeres en edad reproductiva, no se transmite sexualmente y el 50% de las
mujeres que la tienen no presentan sus síntomas: flujo blanco o incoloro, con
olor a pescado y que aumenta después de tener relaciones sexuales, dolor al
orinar, comezón y dolor en la vagina.
- Tricomoniasis: Se transmite sexualmente y sus síntomas son
un flujo amarillento o verdoso, con muy mal olor, comezón y dolor de la vagina
y vulva, ardor al orinar y dolor en el abdomen bajo o en la vagina durante las
relaciones sexuales.
- Clamidia: De transmisión sexual, es más común en mujeres
que tienen entre 18 y 35 años de edad. Se presenta con sangrado ligero, especialmente después de
tener relaciones sexuales, dolor en el abdomen y pelvis.
- Infección viral: puede ser por herpes (presentando lesiones
o llagas) o por el virus del papiloma humano (en forma de verrugas).
- Vaginitis no infecciosa: comezón, ardor e incluso un flujo
anormal sin tener una infección. La causa más común es una reacción alérgica a
ciertos productos como el látex de los preservativos, irritaciones por
sustancias comunes en productos de higiene, etc. También puede deberse a la
atrofia del tejido vaginal tras la menopausia: las hormonas disminuyen y el
tejido es más fino y sensible.
Tras este resumen general de las infecciones vaginales,
pasaremos a hablar un poquito más de la candidiasis, por ser la más frecuente,
ya que mayoría de las infecciones vaginales son causadas por un hongo llamado
Candida albicans, de ahí el nombre candidiasis.
Este hongo se encuentra de forma benigna en la piel humana y
en las zonas de humedad, tales como la boca y la vagina. Se estima que Candida
albicans está presente en un 20-50% del área vaginal de mujeres sanas.
El microorganismo puede encontrarse en la vagina o incluso
en la boca o el ano. Los lactobacilos que conforman la flora vaginal impiden la
proliferación excesiva de estos hongos, pero existen situaciones que alteran
esta flora vaginal normal y favorecen su colonización, por ejemplo: los
tratamientos con antibióticos, la disminución de las defensas debido al estrés
o el embarazo, la diabetes o la toma de
anticonceptivos orales.
Una candidiasis no es una enfermedad de transmisión sexual;
sin embargo, algunos hombres presentarán síntomas como prurito y erupción en el
pene después de tener contacto sexual con una compañera infectada.
Aunque existen productos de libre dispensación para el
tratamiento de las infecciones vaginales, en forma de óvulos que se introducen
en la vagina o cremas tópicas, que alivian los síntomas y combaten al agente
causante de la enfermedad, es preciso consultar con el médico o farmacéutico y no
automedicarse. Es importante tener en cuenta que hay síntomas comunes a
distintas afecciones y es necesario un diagnóstico preciso: si los síntomas se
deben a una enfermedad de transmisión sexual, un tratamiento inadecuado o
tardío puede traer consecuencias importantes porque la infección podría
extenderse al útero y las trompas de Falopio.
Como hemos explicado anteriormente, la candidiasis no es una
infección de transmisión sexual y no tiene porqué contagiarse mediante contacto
sexual en todos los casos, pero es cierto que puede suceder en algunas
ocasiones. Por este motivo, es recomendable no mantener relaciones mientras se
manifiestan los síntomas o bien utilizar preservativo. En casos de infecciones
recurrentes se aconseja un tratamiento a los dos miembros de la pareja, para
evitar reinfecciones. Además, para favorecer la curación se aconseja utilizar
jabones íntimos y evitar dietas ricas en azúcar (los hongos se “alimentan” de
estos hidratos de carbono) y ropa interior sintética.
Para terminar, os dejamos algunos consejos para prevenir las
infecciones vaginales:
- Utilizar un jabón con Ph neutro para la higiene intima es
una forma de evitar infecciones. No debes lavar en exceso la zona genital, ya
que se altera su flora vaginal normal. Aconsejamos usar toallas higiénicas y
protectores diarios sin perfumes, ya que éstos pueden irritar la zona vaginal y
aumentar la predisposición a contraer una infección vaginal. También se debe
evitar el uso de papel higiénico de colores y perfumes ya que los químicos o
colorantes pueden generar infecciones vaginales.
- Recomendamos no usar piercings en la zona vaginal ya que
favorecen la aparición de infecciones.
- Después de tener relaciones sexuales, se aconseja orinar
para prevenir las infecciones vaginales, ya que se eliminan bacterias.
- El uso de ropa interior de algodón reduce la posibilidad
de contraer hongos en la zona genital. Evita el uso de ropa muy ajustada para
que no se eleve demasiado la temperatura y puedan aparecer hongos.
- No tomes duchas vaginales. Si bien muchas mujeres se
sienten más limpias si toman duchas vaginales después de la menstruación o
relación sexual, esto puede empeorar el flujo vaginal puesto que elimina
también bacterias beneficiosas que recubren la vagina y que están allí para
protegerla de posibles infecciones.
- Si tienes diabetes, mantén un buen control de los niveles
de azúcar en la sangre.
- Lávate las manos antes y después de ir al baño, prestando
especial atención al utilizar el papel higiénico para no contaminar la vulva
con bacterias procedentes del recto.
- No permanezcas con el bañador mojado: la humedad favorece
la proliferación de hongos.
- También puedes usar probióticos: microorganismos vivos que
están presentes de forma natural en el tracto digestivo y la vagina, conocidos
como “bacterias amigables”, pueden detener el crecimiento de organismos
potencialmente dañinos, tales como la Candida, al reequilibrar la flora
vaginal. Las cepas más eficaces para combatir estas candidiasis son
Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus rhamnosus GR-1, y Lactobacillus
fermentum RC-14. En nuestra farmacia puedes encontrarlos en distintos
formatos: tampones, comprimidos, óvulos, etc. No dudes en consultarnos!
No queremos terminar el post de este miércoles sin recordar
la importancia de utilizar preservativo en las relaciones sexuales para
protegerse de las enfermedades de transmisión sexual. De igual manera, es muy
importante que consultéis con vuestro médico o farmacéutico ante cualquier
cambio en la cantidad, olor o color del flujo vaginal, o si se presentan
picores, irritación o hinchazón en la zona.
Feliz semana a tod@s!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te cortes!! Déjanos tu opinión!!